SAN DIEGO Y TIJUANA


Del imaginario colectivo al contexto

San Diego y Tijuana son ciudades que además de compartir un territorio en constante intercambio, son uno de los principales referentes a nivel mundial por la afluencia de sus habitantes que van de un país a otro. Alrededor de 20,000 personas cruzan diariamente por la garita de San Ysidro, dando como resultado un enriquecimiento en ambos contextos por las diferentes costumbres, culturas, idiomas, ideologías y posturas políticas que coexisten en esta frontera, considerada como la más transitada del mundo.

El origen de este intercambio se remonta a los años veinte, luego de que se implementara la Ley Seca en Estados Unidos. Por aquellos años era muy común que los estadounidenses y personas de otras partes del mundo visitaran Tijuana con la finalidad de tener una experiencia placentera; el referente de las grandes fiestas entre personas famosas, de la vida pública y acaudaladas se gestaron en hoteles y casinos de lujo de Tijuana, los cuales ofrecían a sus huéspedes todo lo que estaba prohibido, o dicho de otro modo, espectáculos de cabaret, box, peleas de gallos, juegos de azar, corridas de toros, música, comida exquisita y por supuesto, cerveza y alcohol de todo tipo.

Actualmente Tijuana ha quedado sujeta a adjetivos que aluden a la diversión, la fiesta, las largas noches y los placeres, mientras que de San Diego se habla principalmente sobre su complejo industrial-militar, su progreso en la industria de la salud y la biotecnología. Creemos que el desarrollo y crecimiento de ambas ciudades son solo una parte de su complejo entendimiento, y que estos estereotipos del imaginario colectivo no definen a profundidad sus identidades.

Este proyecto busca convocar las voces de diferentes artistas con la finalidad de proyectar su percepción peculiar sobre este territorio compartido, pues a pesar de que estas visiones que estereotipan lo fronterizo permanecen, tenemos la capacidad analítica de perpetuar esta ficción o desmitificar a través de nuestras memorias y vivencias personales, profesionales y creativas.


Esta mancuerna especial en la que nos admiramos los unos a los otros, es la que nos permite reflexionar: ¿Cómo es vivir aquí y allá? ¿Qué tanto es lo que compartimos? ¿Cómo se define nuestro trabajo profesional y artístico al vivir en la frontera más transitada del mundo? ¿Qué impacto tiene el territorio compartido, la mezcla del lenguaje, las diferentes tradiciones? ¿Cómo es posible coexistir en un territorio que está dividido físicamente?

Como creativos nos nutrimos de intercambios y consideramos que estos diálogos y ejercicios colaborativos son relevantes para nuestro contexto, pues propician oportunidades de aproximación a las diferentes percepciones y realidades de otros artistas. Este cruce es sin duda un canal abierto que nos permite dialogar, observar, intercambiar ideas y analizar todo lo que se disfruta, lo que se consume y aquello que se pone en perspectiva en nuestra vida profesional.

De todo lo que se ha dicho de este espacio geográfico, se afirma que San Diego es ‘’el lugar de nacimiento de California’’, mientras que Tijuana es el lugar ‘’donde empieza la patria’’; como artistas que vivimos la frontera cada día, estas dos afirmaciones resultan un impulso, un punto de partida que detona pensamientos y reflexiones desde nuestro campo profesional, que afortunada o extraordinariamente pueden ser dialogados en inglés y en español.

Frontera, música y diseño


Tijuana es un referente musical que comparte su historia con Estados Unidos. En los años 20’s recibió una fuerte influencia de géneros como el jazz, blues y soul; en los 60’s y 70’s del rock & roll y el disco, en los 80’s de la música new wave, electrónica y en lo sucesivo, por su condición fronteriza, desarrolló un campo de exploración musical muy diverso.

No es hasta la década de los 90’s que comparte una relación más estrecha con el diseño. Músicos y bandas comenzaron a involucrarse con el arte de las portadas de sus discos. Aparecen fanzines como Cultura Alternativa en Tijuana, El Centro de La Rabia y Velocet, con ideas alternativas para las nuevas generaciones desplegadas en crónicas de la época, entrevistas a bandas nacionales e internacionales, diseño y arte.

Inspirados en este encuentro imprescindible, hicimos dos playlists: la primera, es una exploración musical que reúne mezclas y texturas de otras partes del mundo en la música de esta ciudad multifacética; la segunda se enfoca en el presente y pasado de la música de San Diego y Tijuana, otra unión valiosa que comparte este territorio.